¡Descubre las técnicas esenciales de maquillaje que nunca fallan!

El draping ha vuelto con más fuerza que nunca y se ha convertido en una de las técnicas de maquillaje más populares del momento. Inspirada en los años 70 y 80, esta técnica consiste en usar el rubor no solo en las mejillas, sino también en las sienes y los contornos del rostro, creando un efecto esculpido y luminoso sin necesidad de bronceador. Hoy en día, el draping se ha modernizado con texturas más ligeras y tonos que van desde los clásicos rosados hasta melocotón, ciruela o incluso lila, logrando un acabado fresco y favorecedor.

Las zonas más comunes para aplicar draping son:

• Pómulos y sienes: Para crear un efecto lifting natural y rejuvenecedor.
• Centro de las mejillas: Para un acabado más dulce y romántico.
• Puente de la nariz: Para un toque de color armonioso y un look sunkissed.

¿Cómo hacer draping correctamente?

• Elige un rubor en crema o en polvo, según el acabado que prefieras. Los rubores en crema aportan un efecto jugoso, mientras que los polvos ofrecen mayor fijación.
• Aplica el rubor en las mejillas y llévalo hacia las sienes en un movimiento ascendente, difuminando bien para un acabado natural.
• Si quieres más dimensión, combina dos tonos: uno más claro en la parte alta del pómulo y uno más oscuro en la parte baja.
• Difumina con una brocha o esponja para que el color se integre sin líneas marcadas.
• Finaliza con un toque de iluminador en la parte superior del pómulo para potenciar el efecto lifting.

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El ahumado ha resurgido como una de las técnicas de maquillaje más icónicas para lograr una mirada enigmática y llena de profundidad. Inspirado en el glamour cinematográfico de los años 80 y 90, este look consiste en difuminar sombras oscuras sobre el párpado para conseguir un efecto ahumado y dramático. Hoy en día, el ahumado se adapta a las nuevas tendencias con texturas más ligeras y una paleta de tonos personalizable, perfecta tanto para un estilo sutil de día como para un look impactante de noche.

Las zonas más comunes para aplicar ahumado son:

• Párpados superiores: Para dar profundidad y definición a la mirada.
• Párpados inferiores: Para equilibrar el look y realzar la intensidad.
• Cantos externos: Para crear una sensación de elongación y dramatismo.
• Pliegue del párpado: Para suavizar las transiciones y lograr un acabado homogéneo.

¿Cómo hacer ahumado correctamente?

• Prepara tu lienzo: Aplica una base o primer para sombras que asegure una buena fijación y evite que el producto se acumule en el pliegue.
• Elige tus tonos base: Comienza aplicando una sombra neutra en todo el párpado para uniformizar la superficie.
• Define la profundidad: Con una sombra en tonos oscuros (como negro, marrón o gris), difumina en el pliegue y en el canto externo utilizando movimientos circulares para suavizar las líneas.
• Intensifica el look: Añade un toque de sombra brillante o metálica en el centro del párpado para iluminar la mirada y darle un toque especial.
• Sella el maquillaje: Finaliza con un delineado difuminado en la línea de las pestañas y unas capas de máscara para pestañas que aporten volumen y definición.

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